En el siglo XVI la población casareña crece por el auge económico. Ello llevó a la rehabilitación y construcción de un nuevo templo, sobre el que se había construido entre los siglo XIII y XIV. De esta antigua construcción sólo se conserva el hastial.
La nueva parte de la iglesia consistió en dotar al edificio anterior de capilla mayor y torre, cuyo maestro cantero fue Pedro de Ybarra.
La iglesia se edificó en una planta rectangular con sillares graníticos aparejados a soga y tizón. Los muros de metro y medio de grosor están sujetos por contrafuertes.
La portada orientada al oeste es de medio punto sin decoración, que tiene una arcada a manera de soportal. La puerta que abre al sur es un arco apuntado, insertado en un alfiz, con jambas, arquivoltas y capiteles. Sobre ella se observa un arquitrabe formado por un friso de arquillos y cruces alternantes, y cornisa con vuelos adornados con dentellones; en cada tramo hay unas gárgolas, conocidas popularmente como “bocarrúos”.
La torre – campanario es de planta cuadrada, rematada con terraza balaustrada y flameros. En ella, diversas parejas de cigüeñas anidan actualmente.
En el interior. La bóveda de crucería estrellada está formada por terceletes, y círculos de nervios combados en la nave central. En el centro de la bóveda los combados forman una flor. Los nervios de la bóveda se apoyan en ménsulas. En el transepto o crucero de la nave aparecen unos jarjamentos hasta la altura de los nervios de la bóveda. Con esta construcción se derribó la antigua cubierta de madera.
A ambos lados de transepto existen dos capillas formando los brazos del crucero. Una de ellas es de planta cuadrada, con bóveda de terceletes, y claves adornadas con estrellas de seis puntas, con nervios gruesos y de sección cilíndrica; en ella actualmente se encuentra la pila bautismal. La otra capilla, del Santo Cristo, es de planta cuadrada a la que se accede por un arco de medio punto, con cúpula semiesférica sobre pechinas.
Existen otras 3 capillas de menores dimensiones. En una de ellas es donde estaba ubicada la pila bautismal, del siglo XVI. La otra capilla es donde se encuentra la imagen de Jesús Nazareno, que tiene arco escarzano, sostenida por una avanzada galería de modillones decorados en el frente. La capilla de la Vera Cruz, está cerrada con verja de forja.
La sacristía es de estilo plateresco.
Los nombres que aparecen grabados en el muro sur de la iglesia son los fallecidos del bando nacional en la Guerra Civil.
La Iglesia Nuestra Señora de la Asunción está declarada Bien de Interés Cultural, en la categoría de “Monumento”, el 17 de diciembre de 1991.
RETABLO.
El retablo se eleva sobre un sotobanco de piedra berroqueña, realizado por Juan Martín Nacarino en 1607, terminándose en 1608, adaptándose a la forma ochavada del ábside. Fue realizado por diferentes autores de 1605 a 1613. El principal autor es el escultor Tomás de la Huerta, para el que trabajaron Juan Sánchez y Martín Sánchez, como ensambladores; y Pedro de Córdoba, en la pintura, el estofado y el dorado.
En 1610, se le añaden al retablo los ángeles de las peanas de los apóstoles del primer cuerpo, los del segundo y los del ático, encargados a Pedro de la Quadra. Los querubines que forman la peana de la Virgen de la Asunción también le pertenecen. En 1612 se inició la policromía de las imágenes y el relieve, por Francisco Polo. En 1613 se da por finalizado con las tareas de dorado realizadas por Juan Carrasco.
El retablo se estructura en tres grandes cuerpos, divididos en siete calles, y un ático rematado en frontón, donde las esculturas y pinturas muestran estilos romanista y prebarroco.