Los miliarios eran los postes de señalización que usaban los romanos para marcar las distancias de unos lugares a otros. Realizados en granito con forma cilíndrica y de base cuadrada. Se ubicaban en los márgenes de las calzadas romanas (en nuestro caso la Vía de la Plata) para indicar, en millas romanas, la distancia que se había recorrido, y la distancia que quedaba desde Mérida (Emerita) a Astorga (Asturicam). Una milla romana, conocida como ‘milla passum’ equivale a 1481,5 m.
En el paraje Lomo de Plata, en la zona conocida como “Depósito de Miliarios”, hay 9 miliarios, ubicados al lado de la calzada, en la milla 56 desde Mérida (milla LVI). Aquellos en los que su texto es legible, se aprecia que corresponden a diferentes emperadores: Trajano, Adriano, Maximino y Constancio.
Hay evidencias que indican que dos de ellos se obtuvieron in situ, pues cerca de su localización existe una roca con dos oquedades que, aunque muy erosionadas, presentan el tamaño de dos miliarios.