Queridos vecinos y vecinas.
Hemos vivido una última semana de sorpresa primero, de desconcierto después y al final, como suele ocurrir cuando no analizamos la realidad desde la coherencia y sin afán de dañar, lanzando dardos envenenados contra las diferentes personas implicadas y sus familias.
Esta carta tiene como único objetivo hacer llegar mi sentir a todos y todas, porque mi honestidad es lo que me sostiene y me exige hacerlo así.
Ante el hallazgo de restos de huesos humanos en la escombrera local, me dirijo a todos vosotros para que conozcáis la realidad y manifestaros mi consternación por todo lo que se ha estado especulando al respecto.
En cuanto tuve conocimiento del hallazgo, a través de la Guardia Civil, puse a disposición de las autoridades todo lo que fuera necesario, tanto a nivel municipal como personal, aún entendiendo que las actuaciones que se realizan en el cementerio no son competencia del Ayuntamiento, porque es parroquial.
Pero, ante todo y sobre todo, quiero manifestar mi más sincero apoyo al trabajador del cementerio, nuestro vecino Antonio. No tengo ninguna duda sobre su buen hacer y el respeto con el que desempeña sus funciones. Y es que, vecinos y vecinas, es de bien nacidos respetar a nuestros difuntos. Es un sentimiento inherente al hombre, algo que llevamos dentro de manera muy arraigada y sentida. A ninguno de nosotros se nos ocurriría, con nuestras facultades sanas y de manera intencionada, profanar los restos de nuestros seres queridos fallecidos.
Durante mi tiempo como Alcalde no he consentido ninguna actuación de vilipendio a mis vecinos y vecinas, siempre me ha guiado procurar el bien común y no menos desvelos por mi parte ha merecido cada familia que se enfrentaba al hecho de enterrar a uno de sus miembros. Si este Alcalde festeja a principios de año el nacimiento de nuevos casareños y casareñas con árboles que crecerán con ellos, de la misma forma se duele del fallecimiento de sus convecinos y acompaña a las familias, porque sabe que, en el dolor de las despedidas, la presencia de los demás hace más llevadero el momento.
Los restos descansan de nuevo en el Camposanto, las calumnias se acallarán y todo será como un mal sueño que nunca debió ocurrir. Pero el daño que hayamos hecho, quedará.
Por este motivo, quiero reiterar mi más sincero apoyo a Antonio y a su familia, al encargado desde hace tiempo de la gestión del cementerio, Julio 011ero, y a nuestro párroco. Sé que lo están pasando muy mal, lo sé porque yo también lo estoy viviendo, pero defenderé la honorabilidad de ellos y la mía. Mi reconocimiento y agradecimiento también a la Cofradía de Ánimas y de La Vera Cruz que gestionan el cementerio.
Sé que contaré, como siempre, con el apoyo y el cariño de los casareños y casareñas de bien.
Florencio Rincón Godino
(Alcalde de Casar de Cáceres)
Pulse para ver o descargar esta CARTA A LOS VECINOS en el siguiente enlace: